Llega el calor y las frutas son más tentadoras que en cualquier otra época del año. Sanas, frescas y versátiles, completan nuestra dieta dotándola de numerosos nutrientes indispensables para el organismo. En este caso hablaremos del kiwi, una fruta bondadosa en vitaminas y minerales, y además sabrosa.
El kiwi posee una piel marrón llena de vellosidades que envuelve una pulpa verde jugosa y algo ácida, estas características hacen del kiwi una fruta única.
A continuación te contaremos porqué debes incluir kiwi en tu alimentación habitual, y cómo puedes disfrutar de él en diferentes sitios, ¡como en la oficina!
El Kiwi y sus nutrientes
El kiwi es una fruta muy rica en agua, pero que también nos regala:
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Vitamina C: un kiwi mediano puede cubrir el 80% de las necesidades diarias de Vitamina C, sí, le gana a la naranja, ya que aporta el doble de vitamina que ésta. La vitamina C es necesaria para constituir la piel, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos, además para sanar heridas y reparar cartílagos, huesos y dientes.
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Ácido fólico: el kiwi nos aporta Ácido Fólico, una vitamina del complejo B, que es de suma importancia para las mujeres en edad fértil y embarazo. Es indispensable para prevenir malformaciones congénitas en los bebés. Pero además, todas las personas necesitamos ácido fólico para formar células nuevas y mantenernos saludables.
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Potasio: este mineral ayuda a regular el funcionamiento de los músculos esqueléticos y el corazón, así como también a regular los líquidos corporales.
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Fibra: la fibra que nos aporta esta fruta, es principalmente insoluble, la cual contribuye a mejorar la constipación y a regularizar el tránsito intestinal.
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Actidina: el kiwi contiene Actidina, una enzima proteolítica que agiliza y favorece la digestión de proteínas.
Todos estos beneficios propios del kiwi nos reflejan la importancia de incorporarlo a nuestra dieta, teniendo en cuenta también el papel protector contra enfermedades cardiovasculares y cancerígenas que se le atribuye al consumo diario de frutas.
El Kiwi: de todas formas y en todos lados
El kiwi puede comerse cortado en cubos en un tupper en tu casa o en tu oficina. Esta es la manera más simple de ingerirlo. Pero también puedes:
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Hacer zumo de kiwi y otras frutas con agua. (Con la fresa hacen la combinación perfecta)
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Hacer licuados con leches vegetales o animales.
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Puede formar parte de ensaladas de frutas de estación. Pueden guardarse en la nevera por unos días y así, olvidarse de preparar colaciones.
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Pueden comerse en rodajas con unos deliciosos pancakes.
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Puede formar parte de brochetascon otras frutas como fresas, uvas, plátano.
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Puedes agregar kiwi al yogur y así, enriquecerlo con más nutrientes.
Asegúrate de incluir kiwi y todas las demás frutas en diferentes momentos de tu día como en horario o reuniones de trabajo, colaciones, momentos de ocio, reuniones con amistades, y en todas las situaciones que incluyen aperitivos y comidas.
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